Esos momentos cuando el corazón es terco y joven, en el intento fallido y el sufrimiento es lo que perdura, que el desespero por encontrar el amor verdadero, ese amor tan esperado por muchos y despreciado por otros, conduce a cometer errores garrafales, errores que pueden costar no sólo lágrimas sino pérdidas importantes como una bella amistad. Sólo en esos momentos nos damos cuenta de cuan débiles somos sentimentalmente, de cuanta experiencia nos falta y cuantos desamores debemos vivir para tener la ilusión de esto tan anhelado a lo que llamamos AMOR.
Julian Rave M.
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